Mucha gente se pregunta si las recetas están protegidas o no por derechos de autor. La respuesta corta es ..... no.
Según hemos discutido en otras entradas a este blog, los derechos de autor no protegen ideas, listados, procesos, procedimientos, o títulos, entre otras cosas. Los derechos de autor protegen exclusivamente la expresión de la idea y requiere un mínimo de creatividad.
En su forma más básica, una receta se compone de un listado de ingredientes y una serie de pasos a seguir. Ninguno de los cuáles es susceptible de protección bajo derechos de autor.
Las recetas, en su esencia, son variaciones de los mismos elementos según las tendencias culturales del área y los ingredientes a disposición. El propósito de una receta es que otras personas puedan reproducir lo que allí se explica, y variarla a su gusto.
La anecdota, el cuento, o la ilustración que acompañe la receta sí pudiera ser protegido por derechos de autor. De igual forma, la descripción o explicación particular con la cuál se realice la narrativa de los "pasos a seguir" de la receta pudieran estar protegidos siempre y cuando posean un mínimo de creatividad. Por ejemplo la frase "bata las claras a punto de nieve" no está protegida por derechos de autor. Pero, si se incorporan frases más creativas para distinguir la narrativa de otras recetas, esas frases distintivas sí pudieran ser objeto de protección bajo derechos de autor. Por ejemplo, "bata las claras a punto de nieve hasta que queden espumosas y aerosas como una nube." En este ejemplo se le han añadido elementos adicionales los cuáles conllevan un grado de creatividad por parte de su autor. Esto es suficiente para que esas frases particulares sí puedan estar protegidas por derechos de autor.
Según hemos discutido en otras entradas a este blog, los derechos de autor no protegen ideas, listados, procesos, procedimientos, o títulos, entre otras cosas. Los derechos de autor protegen exclusivamente la expresión de la idea y requiere un mínimo de creatividad.
En su forma más básica, una receta se compone de un listado de ingredientes y una serie de pasos a seguir. Ninguno de los cuáles es susceptible de protección bajo derechos de autor.
Las recetas, en su esencia, son variaciones de los mismos elementos según las tendencias culturales del área y los ingredientes a disposición. El propósito de una receta es que otras personas puedan reproducir lo que allí se explica, y variarla a su gusto.
La anecdota, el cuento, o la ilustración que acompañe la receta sí pudiera ser protegido por derechos de autor. De igual forma, la descripción o explicación particular con la cuál se realice la narrativa de los "pasos a seguir" de la receta pudieran estar protegidos siempre y cuando posean un mínimo de creatividad. Por ejemplo la frase "bata las claras a punto de nieve" no está protegida por derechos de autor. Pero, si se incorporan frases más creativas para distinguir la narrativa de otras recetas, esas frases distintivas sí pudieran ser objeto de protección bajo derechos de autor. Por ejemplo, "bata las claras a punto de nieve hasta que queden espumosas y aerosas como una nube." En este ejemplo se le han añadido elementos adicionales los cuáles conllevan un grado de creatividad por parte de su autor. Esto es suficiente para que esas frases particulares sí puedan estar protegidas por derechos de autor.